martes, 8 de diciembre de 2009

Cuando el viento dejo de soplar

Era el momento de hablar las cosas, Antonia a sido mi amiga de toda la vida, desde que fuimos a kinder habíamos mantenido esta relación de amistad, pero era una de las ultimas que estaba sabiendo de mi condición sexual, muchas veces sentí que tenia que ser el momento de contarle, pero cuando la tenia frente de mi, no tenia el coraje para poder abrir la boca y confiarle ese secreto que muchos años le había guardado.
Siempre sentí miedo, al rechazo, miedo a que reaccionara mal frente a esto, o que lo divulgara a personas que no tendrían porque saberlo, solo sabia que era el día de hablar.

El día no fue muy alegre que digamos quizas esto lo siente una persona que se va a declarar a otra o lo sentirá una persona que le pide matrimonio a otra, pero esta no era una de esas situaciones. Es un miedo muchas veces desesperante, que siente unas ganas de llorar, o simplemente de callar y guardarte todo esto nuevamente.

Cuando llamé a Antonia, apenas me salían las palabras y un poco nervioso le dije que saliéramos a caminar porque tenia que contarle algo, que tenia que contarle hace tiempo y que en mi casa no podían escuchar. Tal vez lo que cause en ella en esos momentos después de colgar fue la ansiedad, la duda que sufrí por mucho tiempo. Conociéndola...cada minuto miraba el reloj que avanzaba lentamente y la ansiedad y el miedo crecía.

Cuando salí de mi casa esa sensacion extraña en mi estomago volvió, caminamos hasta el centro de la ciudad a uno hora no muy prudente ya no había nadie por las calles y aun así ella caminaba confiadamente, mientras yo hablaba de temas diversos para no llegar al tema principal.
Cuando llegamos a la plaza, le dije este es el momento oportuno y espero que te lo tomes bien le explique que le contaba esto porque era de mi confianza, y confiaba a que no le diría a nadie mas, y si lo aceptaba seria bueno, cuando le dije sobre mi condición, quedo muda, y en instantes me dijo:¿porque no me contaste antes? y simplemente le dije que a uno de verdad le cuesta si supiera lo que uno siente al afrontar esto frente a las personas, sabría porque uno no cuenta estas cosas.

Me pregunto si alguien mas sabia de esto y le explique que Daniela, Camilo y Valentina sabían de esto, y que quería hablarlo con Felipe pero que sentía mas miedo de lo que sentía al contarle a ella, simplemente me dijo que ella me quería de todos modos, que esto no iba a cambiar en nada nuestra amistad y que confiara netamente en ella, porque esto es algo normal y que no tenia porque asustarme.

Ya era tarde cuando miramos la hora y desidimos volver a nuestra casa, el tema llego hasta ahí cuando le hable de Pedro, pero el tema no fue gran revuelo y desidimos caminar...

1 comentario:

  1. Ayayayayyy!!
    esa sensación!!
    la conozco perfectamente!
    pero, esto es un relato ficticio o una historia??
    Mmm...sera como sea, esto pasa, lo sé
    y es tan difícil...
    Cuesta creer que un mundo supuestamente civilizado se juzgue a las personas por algo tan subjetivo como el gusto...
    Hombre? Mujer? da igual, antes que eso somos personas, y si alguien siente amor por las personas pues, el género es secundario...

    ResponderEliminar